El vaso

En esta pestaña analizaremos todo lo referido al ambiente y cómo este condiciona la comunicación. Consideramos que el contexto es un factor determinante para el tipo de interacciones que se darán en los bares tradicionales "Cordano" y "Maury", por eso hemos decidido detallarlo a continuación.


Mesas:
Bar Cordano
Al ingresar al bar Cordano, una de las cosas que más nos impactó fueron las pequeñas mesas redondas, sobre todo la distancia que guardaba una mesa con otra. Estas se encontraban muy pegadas, hecho que nos pareció importante y decidimos detallar.
Fuente: Samantha Hare
El motivo por el que las mesas se encuentran dispuestas en esa posición es para crear un ambiente familiar y hogareño. Sin embargo, muchas veces esto no genera comodidad, pues permite que las personas puedan escuchar las conversaciones de otras mesas, cosa que quita parte de intimidad, pero favorece a las interacciones entre desconocidos. Notamos que la gente prefiere mayor privacidad, por eso se cierran en su grupo o no se sientan en mesas contiguas para evitar posibles convergencias con personas desconocidas de otras mesas.

Otro aspecto que se puede resaltar de las mesas del bar es que la mayoría son redondas. Esto hace posible que las relaciones de poder no estén tan pronunciadas como en las mesas cuadradas del comedor, donde la persona que se encuentra en la cabecera posee un grado de superioridad con respecto a los demás. También las mesas redondas permiten una mayor interacción, porque todos puedes permanecer pendientes e interactuar con todos. Por el contrario, en las mesas cuadradas las posibilidades de interacción se encuentran limitadas por el lugar que ocupa el sujeto en la mesa. Por ejemplo: personas que se sitúan en los extremos difícilmente pueden entablar una conversación, ya sea por estar lejos o por la interferencia ambiental generada por los demás.


Bar Maury
Por el contrario, en este bar encontramos diferentes variedades de mesas. Estaban, al igual que en el Cordano, las mesas pequeñas redondas. Estas permitían, como lo explicamos en la parte superior, una mayor interacción entre las personas y también que las jerarquías no estén tan marcadas. Sin embargo, un hecho que nos pareció importante fue que las mesas se encontraban fijas al suelo. Los comensales no podían moverlas o juntarlas, estaban limitados por este aspecto, cosa que no pasaba en el Cordano.
Fuente: Rocío López
Además de tener mesas redondas, el bar Maury cuenta con tres mesas cuadradas. En estas las relaciones de poder están más definidas por los lugares que ocupan los consumidores. Asimismo, las mesas cuadradas están situadas en lo alto de la parte posterior del bar, lo cual les permite tener una amplia visión de todas las otras mesas. La mayor altura genera una sensación de mayor poder en las personas que las ocupen, con respecto a las que ocupan las mesas redondas.


Ambiente:
Bar Cordano
Pocas de sus paredes están descubiertas, el bar Cordano está adornado con fotos antiguas de los mozos, dueños, entre otras personalidades de la época. Además, algunas imágenes de vírgenes y otros santos cuelgan de viejos clavos. Pero las partes visibles de pared, son de un color amarillo u ocre y rojo teja. Estos tonos pertenecen a la escala de colores cálidos que están asociados a la comodidad, la familiaridad y el hogar. Lo mismo que se pretende crear con la disposición de las mesas, se busca con los colores del lugar. Otro elemento que aporta a lograr este objetivo es la madera. El lugar se encuentra plagado por viejas vitrinas de madera donde se exponen desde cuadros hasta viejas botellas. La madera evoca sentimientos acogedores y hogareños en los consumidores y los hace sentir como en su casa. Esto se complementa con el tamaño del lugar, que no es muy grande, y pretende crear un ambiente amistoso e intimo entre los consumidores y el personal que trabaja en el lugar.
Fuente: Samantha Hare
La ubicación de las luces es un hecho que también nos llamó la atención. Estas se encuentran situadas en el techo, pero no al medio de la habitación como es lo usual, sino que están dispuestas al borde de las paredes como abrazando el salón. Además las luces son amarillas, lo que refuerza el sentimiento acogedor. Todo el lugar se presta para desarrollar una comunicación familiar, entre amigos o personas que se estiman y buscan un ambiente cálido y placentero para interactuar. Al ingresar al local, el ambiente produjo en nosotras los sentimientos antes descritos. Sin embargo, el trato que recibimos dentro fue totalmente opuesto a lo que nos comunicaba el lugar.

Bar Maury
Al atravesar el umbral, dimos un salto al pasado. El acabado en madera parecía recién estrenado, las fotografías y las pinturas mostraban lo que era la Lima de antaño. Además,  afiches de corridas de toros en las paredes, los muebles impecables y la luz amarilla reflejaban la elegancia del lugar.
Fuente: Rocío López
Todo el bar Maury está recubierto por madera de color marrón oscuro barnizada. Este hecho nos brindó un sentimiento de calor hogareño; pero sobre todo mostraba elegancia, lujo y belleza. Además esto se complementa con la iluminación del lugar. Esta es tenue, a comparación de la intensa luminosidad del bar Cordano, pero actúa para generar sensaciones placenteras y de comodidad en los usuarios del lugar. La luz es amarilla, color cálido que permite realzar las sensaciones mencionadas anteriormente. Ambos fenómenos, madera y luz, influyen directamente en el tipo de comunicación que se puede llevar a cabo en el bar Maury.


Por un lado, sabemos que un objetivo de la comunicación interpersonal es brindar o dotar de sentido a fenómenos de la realidad natural, recibimos eventos externos de nuestro organismo y tratamos de darle un significado. A este nivel se le conoce como: extracepción. Así podemos notar que la mayoría de personas que asisten al bar Maury tratarán de atribuirle un sentido al hecho de que las paredes de todo el lugar estén cubiertas de madera, a las fotografías de la Lima antigua y hasta el olor a licor añejo del lugar.

Por otro lado, el ambiente también afecta a las comunicaciones interpersonales que se lleven a cabo en el lugar. Ya que, el contexto donde se desarrollan es muy importante. Por ejemplo, este contexto sería apropiado para una conversación de trabajo, como también para una cita entre dos enamorados. Pero tal vez no sería el adecuado para realizar una fiesta de cumpleaños con niños pequeños.

El sonido del silencio:
Bar Cordano
Muy contrario a la costumbre de tener rocolas en los establecimientos, el bar Cordano no tiene ningún tipo de música en el local. Ni si quiera música ambiental o instrumental para acompañar a los comensales. Lo único que se escuchaba eran las conversaciones de otras personas, ruido producido por los vasos al brindar y el cuchichear de los meseros.

Tal vez sea la costumbre de que uno va a conversar con familia, amigos, compañeros de trabajo. En este caso, la música puede tornarse en una molestia. Por eso el hecho de que se omita, permite que esta no se convierta en interferencia de tipo ambiental. Sin embargo, esto no quiere decir que la interferencia ambiental no exista, eso es falso. Pues aunque no tenga música, hay otros ruidos que pueden interferir en para que no se dé una comunicación efectiva. En el bar, el nivel de bulla es bastante alto. También, el efecto que puede causar la ausencia de música es que sea más fácil escuchar las conversaciones ajenas, lo que quita la intimidad.

A la vez, debe ser muy difícil encontrar un estilo musical que refleje la personalidad de personas tan distintas, de tantas generaciones. Además, los tipos música crean un clima propicio para la conversación de determinados temas. Por ejemplo: la marcha nupcial no es propicia para cualquier otra situación que no sea un matrimonio. Si el bar decidiera poner un tipo de música, este debería ser uno adecuado para el lugar y generar un ambiente que concuerde con la impresión que desea mostrar.

Sin embargo, lo realmente sorpresivo fue no encontrar música en el bar y sobre todo, no extrañarla.


Bar Maury
En el Bar Maury, sucedió lo mismo. No encontramos ningún tipo de sonido, fuera de la fuerte bulla que generaban los comensales, la licuadora y la ocasional máquina de capuchinos. No nos generó sorpresa, lo encontramos genuino y 'normal', dentro del estándar de ambiente de bares tradicionales. Fuimos con ese factor input debido a que ya teníamos la experiencia previa de bar Cordano. Nuestras expectativas incluían que los mozos serían muy tradicionales, que tal vez haya cierto rechazo hacia nosotras y que no habría música de ningún tipo.

Fuente: Rocío López

Pero, luego de unos minutos escuchamos algo que irrumpió en el agradable sonido que generaba el Bar. Este lo caracterizamos como un factor del proceso, que surgió de manera no prevista y cambió las percepciones concebidas antes de la visita. Escuchamos el audio de un canal de televisión. Un canal de videos musicales, particularmente reggaeton y latin pop. Definitivamente sentimos que la música no era la adecuada. Tal vez esa música sería más acorde a una discoteca, o tal vez un local para personas de un promedio de edad menor al acostumbrado en el Bar Maury.
La música generó incomodidad en ciertos clientes del local y ciertamente en nosotras. Llegamos a imaginar que fue un error. Pero no, luego de visitar el bar una vez más, nos dimos cuenta de que es una costumbre tener prendido el televisor de la barra del Bar, sobre todo cuando no hay mucha gente.
No podría afirmar si es para entretención de los clientes, o entretención del mozo, quien suele ser el encargado de cambiar de canal, a su propio gusto. Pero, a comparación del agradable sonido que generan las propias personas en el Cordano, el haber escuchado música y/o programas de televisión en el Maury no nos dejó una agradable sensación. Esto lo consideramos como un factor output de nuestra experiencia en el bar, que resultó ciertamente decepcionante pues no consideramos que este tipo de música sea propia de un bar tradicional.